Miriam Pilco Deza, Secretaria General del Partido Aprista Peruano en Trujillo, habla sobre su labor dentro del mundo de la política y lo que anteriormente realizo como ex alcaldesa provincial de nuestra ciudad. Con varias obras realizadas y muchos problemas que parecían obstaculizar sus objetivos, Pilco manifiesta aun seguir la doctrina del inmortal pensador político Víctor Raúl Haya de la Torre. La Dama de Hierro, así como la conocen en la ciudad de la eterna primavera, se enorgullece de haber contribuido en la educación de sectores pobres y de ser haber sido la primera mujer en haber ejercido la docencia dentro del emblemático colegio Nacional San Juan.
¿A qué se dedicaba antes de ser secretaria general del Partido Aprista?
¿A qué se dedicaba antes de ser secretaria general del Partido Aprista?
Bueno, para comenzar, yo concluí dos carreras profesionales; una en Educación y la otra en Derecho en 1979. Ejercí la docencia en dos ocasiones; primero fue en la Universidad Garcilazo de la Vega en Lima durante 10 años y luego enseñó en el Colegio Nacional San Juan de Trujillo durante 6 años (1976-1982). Tengo el orgullo de haber sido la primera mujer en haber ejercido la docencia en un centro educativo donde primaba el machismo. En 1982, comencé a ejercer mi profesión de abogada, desde luego ya había formado mi cartera de clientes para ese entonces.
¿Cuál fue su formación política?
La verdad es que yo tuve una formación política desde niña. Mis padres fueron de la provincia de Chepén; yo también lo soy. Mi padre, Telmo Pilco, fue Secretario General del Partido Aprista en Pacasmayo y siempre se preocupó por mi formación educativa, por esa razón me matriculó en el colegio San Pedro de Chepén junto con mis seis hermanos. En ese lugar existía lo que eran los “Chapistas”, lo equivalente al grupo de niños orientados a la doctrina del Partido Aprista, más adelante formaría parte de los Japistas, estudiantes de educación secundaria también orientados al APRA. Mi padre me enseñó a nunca rendirme cuando de conseguir el bien común se tratara. Él sufrió mucho en la época de Manuel A. Odría (1948), cuando lo llevaron preso en el panóptico de Lima e intentaron matarlo. A pesar de eso, él distribuía el diario La Tribuna en el distrito de San Pedro de Lloc.
¿Cuál es su trayectoria política?
Todo comenzó casi a finales de los 70, antes de culminar mis estudios universitarios. En ese tiempo no nos peleábamos por las notas o por tonterías, sino nos peleábamos con la policía que no nos querían dejar entrar. En una época de tanto machismo, yo sobresalí gracias a mis conocimientos y mi capacidad de liderazgo, así como mi facilidad para ser frontal contra qué o quien yo no esté de acuerdo. Se podría decir que siempre ocupé cargos direccionales. En 1979, conseguí ocupar el cargo de Secretaria General del Comando de Acción después de haberme enfrentado intelectualmente contra once postulantes hombres en las elecciones. A mitad de los 80, logré obtener el cargo de alcaldesa provincial de Trujillo donde realicé muchas obras importantes.
¿Qué problemas tuvo cuando ejerció funciones directivas políticas?
Fue realmente una experiencia difícil en aquella época. Sufrí tres atentados a mi domicilio. Dos de ellas ocurrió en mi domicilio, la otra fue en el Municipio. El terror se apoderó de Trujillo, mataron a diez miembros del Partido Aprista. A pesar de eso, no lograron hacerme correr. Después, cuando fui alcaldesa provincial me propuse desalojar a todos los vagos, prostitutas, ladrones y ambulantes de la gran muralla del mercado mayorista, puesto que en ese tiempo yo vivía en la Zona de Palermo. A pesar de haber ido con policías, esa gente de mal vivir opuso resistencia y casi iban a lograr que los policías retrocedieran. Yo tuve que ponerme al frente de todo junto con algunos regidores y al ver eso ellos ya no pudieron atreverse a hacernos daño. Fue ahí donde los sacamos del lugar y limpiamos todo con cuanto había alrededor, utilizando agua, fuego para quemar los desperdicios, entre otros objetos.
¿Qué obras ha realizado durante su trayectoria política?
¡Todo lo que ves! Yo me encargué de arreglar todo esto, porque esto fue incinerado, absolutamente destruido y fui yo quien levantó todo esto de los escombros. Me propuse reconstruir la infraestructura, arreglé el aula Magna que era de madera y restauré la Tumba de Haya de la Torre. Lo que la gente más recuerda de mi obra es que arreglé la muralla del mercado Mayorista y comencé a plantar jardines adentro. Todo ese mal olor producido por la contaminación se redujo y al menos se consiguió un poco de tranquilidad. Aquellos ambulantes que se quedaron sin lugar para comerciar, yo los dirigí hacia el Mercado Iberoamérica para que se instalen, a otro grupo se los instaló en el Mercado Unión. Además, construimos el ASCOMAPAC, junto con los regidores y mis compañeros del Partido, para la recreación de los deportistas; está ubicado a la vuelta del Complejo Chicago. Por todas esas obras, en Noviembre de 1988, me nombran con el apodo de “La Dama de Hierro”.
¿Qué opina del actual burgomaestre de Trujillo, señor Cesar Acuña?
Palabras, palabras y más palabras. La verdad es que él ha prometido muchas cosas desde que inició su cargo de alcalde. Por ejemplo, la restauración del Monumento Histórico de la Plaza de Armas hasta ahora no se culmina y esto es que él propuso reconstruirlo apenas empezara su labor. Yo visité el monumento y todo estaba lleno de hongos, es por eso que yo recomendé la visita de expertos en la materia para mejorar aquel patrimonio de gran relevancia cultural para nuestro departamento. Al propósito de ello, cabe mencionar que ciertos regidores del Partido Aprista que están ahí prácticamente están arrinconados porque a veces vienen y me traen sus quejas.
¿Qué aspectos positivos y negativos encuentra dentro del Partido Aprista Peruano?
Hay de todo, pues. Hay personas que vienen para buscar favores y la verdad me incomoda cierta verborrea de algunos solamente por interés; así como hay fieles seguidores del Partido que siempre colaboran y me piden ciertos consejos y me traen algunas propuestas.
¿Qué proyectos ha concluido políticamente?
Bueno, yo fui quien arregló todos los óvalos que ustedes conocen, ya que antes hubo muchos accidentes de tránsito. Es una tarea muy difícil dirigir a 54 000 militantes en la región, así que yo pienso que para aplicar un proyecto políticamente debemos pensar primero en resolverlo democráticamente. Para desgracia del pueblo, llegó la época de la inflación en 1987 y se dejó de hacer obras.
¿Cuál es la misión y visión del Partido Aprista Peruano?
La misión del Partido Aprista Peruano es conseguir el bienestar de la clase trabajadora sobretodo, que el pobre no se muera de hambre ante la injusticia social. Se diría que ese es el objetivo principal del legado del fallecido Haya de la Torre. Hablando de la visión, diría que conseguir un mundo mejor para todos, en simples palabras.
¿Cómo ha contribuido Ud. al bienestar de los sectores más pobres?
Eso se consiguió gracias a las obras de Proyección Social de mi partido. Yo soy la creadora de las alcaldías juveniles. Desde el momento en que se crea ese tipo de grupos, surgen los alcaldes estudiantiles en los centros educativos. Añadiendo a eso, se incorporo el programa del Vaso de Leche en una gestión realizada con algunas instituciones de Lima.¡ Porsiacaso, era leche de vaca! y nada de la famosa leche ENCI, aquella de mala calidad. Es importante que la juventud esté bien alimentada sobretodo los niños de sectores pobres que no tienen las oportunidades que muchos chicos de ahora tienen en la ciudad.
¿Cómo fue su experiencia al conocer al señor actor Raúl Haya de la Torre?
La primera vez que lo conocí fue cuando yo era muy niña. Víctor Raúl llegaba del destierro, aproximadamente en 1954, no recuerdo muy bien el año. Mi papá y yo estábamos en lo alto del colegio Centro Viejo. Mi padre hizo que me trepe en una de las ventanas más altas y me sujetó con su correa para que no me cayera. Lo vi desde arriba, toda la gente se acercaba, lo abrazaban, lo saludaban con mucho respeto. La segunda vez fue en los años 60 en un aula de la Universidad Nacional de Trujillo. Fue como un pequeño meeting para estudiantes. La fuerza que el transmitía a todos era impresionante, eso nos motivo a mi y a muchos compañeros a ver la vida de otra manera y seguir adelante con nuestros ideales.
¿Qué proyecciones a futuro tiene Ud. con respecto a la política?
Sinceramente, espero seguir cumpliendo mi labor. Ahora estamos en elecciones dentro del Partido para secretaria general y estoy segura de alcanzar el puesto otra vez. No espero, eso si, postular al Congreso de la República porque eso significaría estar lejos de mi familia y para mí la familia es lo primero.
¿Cuál fue su formación política?
La verdad es que yo tuve una formación política desde niña. Mis padres fueron de la provincia de Chepén; yo también lo soy. Mi padre, Telmo Pilco, fue Secretario General del Partido Aprista en Pacasmayo y siempre se preocupó por mi formación educativa, por esa razón me matriculó en el colegio San Pedro de Chepén junto con mis seis hermanos. En ese lugar existía lo que eran los “Chapistas”, lo equivalente al grupo de niños orientados a la doctrina del Partido Aprista, más adelante formaría parte de los Japistas, estudiantes de educación secundaria también orientados al APRA. Mi padre me enseñó a nunca rendirme cuando de conseguir el bien común se tratara. Él sufrió mucho en la época de Manuel A. Odría (1948), cuando lo llevaron preso en el panóptico de Lima e intentaron matarlo. A pesar de eso, él distribuía el diario La Tribuna en el distrito de San Pedro de Lloc.
¿Cuál es su trayectoria política?
Todo comenzó casi a finales de los 70, antes de culminar mis estudios universitarios. En ese tiempo no nos peleábamos por las notas o por tonterías, sino nos peleábamos con la policía que no nos querían dejar entrar. En una época de tanto machismo, yo sobresalí gracias a mis conocimientos y mi capacidad de liderazgo, así como mi facilidad para ser frontal contra qué o quien yo no esté de acuerdo. Se podría decir que siempre ocupé cargos direccionales. En 1979, conseguí ocupar el cargo de Secretaria General del Comando de Acción después de haberme enfrentado intelectualmente contra once postulantes hombres en las elecciones. A mitad de los 80, logré obtener el cargo de alcaldesa provincial de Trujillo donde realicé muchas obras importantes.
¿Qué problemas tuvo cuando ejerció funciones directivas políticas?
Fue realmente una experiencia difícil en aquella época. Sufrí tres atentados a mi domicilio. Dos de ellas ocurrió en mi domicilio, la otra fue en el Municipio. El terror se apoderó de Trujillo, mataron a diez miembros del Partido Aprista. A pesar de eso, no lograron hacerme correr. Después, cuando fui alcaldesa provincial me propuse desalojar a todos los vagos, prostitutas, ladrones y ambulantes de la gran muralla del mercado mayorista, puesto que en ese tiempo yo vivía en la Zona de Palermo. A pesar de haber ido con policías, esa gente de mal vivir opuso resistencia y casi iban a lograr que los policías retrocedieran. Yo tuve que ponerme al frente de todo junto con algunos regidores y al ver eso ellos ya no pudieron atreverse a hacernos daño. Fue ahí donde los sacamos del lugar y limpiamos todo con cuanto había alrededor, utilizando agua, fuego para quemar los desperdicios, entre otros objetos.
¿Qué obras ha realizado durante su trayectoria política?
¡Todo lo que ves! Yo me encargué de arreglar todo esto, porque esto fue incinerado, absolutamente destruido y fui yo quien levantó todo esto de los escombros. Me propuse reconstruir la infraestructura, arreglé el aula Magna que era de madera y restauré la Tumba de Haya de la Torre. Lo que la gente más recuerda de mi obra es que arreglé la muralla del mercado Mayorista y comencé a plantar jardines adentro. Todo ese mal olor producido por la contaminación se redujo y al menos se consiguió un poco de tranquilidad. Aquellos ambulantes que se quedaron sin lugar para comerciar, yo los dirigí hacia el Mercado Iberoamérica para que se instalen, a otro grupo se los instaló en el Mercado Unión. Además, construimos el ASCOMAPAC, junto con los regidores y mis compañeros del Partido, para la recreación de los deportistas; está ubicado a la vuelta del Complejo Chicago. Por todas esas obras, en Noviembre de 1988, me nombran con el apodo de “La Dama de Hierro”.
¿Qué opina del actual burgomaestre de Trujillo, señor Cesar Acuña?
Palabras, palabras y más palabras. La verdad es que él ha prometido muchas cosas desde que inició su cargo de alcalde. Por ejemplo, la restauración del Monumento Histórico de la Plaza de Armas hasta ahora no se culmina y esto es que él propuso reconstruirlo apenas empezara su labor. Yo visité el monumento y todo estaba lleno de hongos, es por eso que yo recomendé la visita de expertos en la materia para mejorar aquel patrimonio de gran relevancia cultural para nuestro departamento. Al propósito de ello, cabe mencionar que ciertos regidores del Partido Aprista que están ahí prácticamente están arrinconados porque a veces vienen y me traen sus quejas.
¿Qué aspectos positivos y negativos encuentra dentro del Partido Aprista Peruano?
Hay de todo, pues. Hay personas que vienen para buscar favores y la verdad me incomoda cierta verborrea de algunos solamente por interés; así como hay fieles seguidores del Partido que siempre colaboran y me piden ciertos consejos y me traen algunas propuestas.
¿Qué proyectos ha concluido políticamente?
Bueno, yo fui quien arregló todos los óvalos que ustedes conocen, ya que antes hubo muchos accidentes de tránsito. Es una tarea muy difícil dirigir a 54 000 militantes en la región, así que yo pienso que para aplicar un proyecto políticamente debemos pensar primero en resolverlo democráticamente. Para desgracia del pueblo, llegó la época de la inflación en 1987 y se dejó de hacer obras.
¿Cuál es la misión y visión del Partido Aprista Peruano?
La misión del Partido Aprista Peruano es conseguir el bienestar de la clase trabajadora sobretodo, que el pobre no se muera de hambre ante la injusticia social. Se diría que ese es el objetivo principal del legado del fallecido Haya de la Torre. Hablando de la visión, diría que conseguir un mundo mejor para todos, en simples palabras.
¿Cómo ha contribuido Ud. al bienestar de los sectores más pobres?
Eso se consiguió gracias a las obras de Proyección Social de mi partido. Yo soy la creadora de las alcaldías juveniles. Desde el momento en que se crea ese tipo de grupos, surgen los alcaldes estudiantiles en los centros educativos. Añadiendo a eso, se incorporo el programa del Vaso de Leche en una gestión realizada con algunas instituciones de Lima.¡ Porsiacaso, era leche de vaca! y nada de la famosa leche ENCI, aquella de mala calidad. Es importante que la juventud esté bien alimentada sobretodo los niños de sectores pobres que no tienen las oportunidades que muchos chicos de ahora tienen en la ciudad.
¿Cómo fue su experiencia al conocer al señor actor Raúl Haya de la Torre?
La primera vez que lo conocí fue cuando yo era muy niña. Víctor Raúl llegaba del destierro, aproximadamente en 1954, no recuerdo muy bien el año. Mi papá y yo estábamos en lo alto del colegio Centro Viejo. Mi padre hizo que me trepe en una de las ventanas más altas y me sujetó con su correa para que no me cayera. Lo vi desde arriba, toda la gente se acercaba, lo abrazaban, lo saludaban con mucho respeto. La segunda vez fue en los años 60 en un aula de la Universidad Nacional de Trujillo. Fue como un pequeño meeting para estudiantes. La fuerza que el transmitía a todos era impresionante, eso nos motivo a mi y a muchos compañeros a ver la vida de otra manera y seguir adelante con nuestros ideales.
¿Qué proyecciones a futuro tiene Ud. con respecto a la política?
Sinceramente, espero seguir cumpliendo mi labor. Ahora estamos en elecciones dentro del Partido para secretaria general y estoy segura de alcanzar el puesto otra vez. No espero, eso si, postular al Congreso de la República porque eso significaría estar lejos de mi familia y para mí la familia es lo primero.
Una entrevista intersante y sincera donde incluso critica el primero gobierno de Alan García (aprista) con mucha educación. Eso es ser objetiva.
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